(Inspirado en el concurso de la Dra. Samar Yorde @SoySaludable)
Hace
unas semanas, mi admirada Samar @SoySaludable conjunto con otros dos
patrocinantes (@acexport y @wellnesschoicemarket) expresamente para los
seguidores Venezolanos, con el ánimo de apoyar e incentivar la vida saludable
en estos momentos difíciles que estamos viviendo en nuestro país. Con el lema
#SoySaludableEnVenezuela se solicitó a quienes quisieran participar que
contaran que significaba para ellos el mencionado lema, y como premio se
estarían otorgando cajas con productos saludables, que en este momento o bien
no se consiguen o son muy costosos en Venezuela.
Como
era de esperarse la gran comunidad saludable de Venezuela que sigue en redes a
@SoySaludable desde hace años y comenzaron a llover las publicaciones.
Yo
sigo a Samar desde que éramos unos poquitos por twitter, como ya lo he dicho
muchas veces la admiro enormemente y como siempre en sus concursos no podía
dejar de participar.
Al
ser publicadas las dos primeras ganadoras del concurso comenzaron a llover los
comentarios, positivos y no, como en todos los concursos que se hacen en las
redes hay gente descontenta por no ganar.
En
este caso en particular surgió el quien se lo merece más que quien, yo no voy a
caer en esto pero si voy a dar mi opinión lo más breve posible.
Las
dos primeras cajas se las ganaron María Alexandra Acosta (@marialexacosta) ex
atleta de la federación Venezolana de fisicoculturismo y fitness y asesor
físico; y Alejandra Sarmiento, mercadologa conocida en las redes sociales por
su proceso de pérdida de peso y preparación para convertirse en triatleta
(@Ale180grados) ambas influencers con muchísimos seguidores quienes las
apoyaron desde el día uno en el concurso y que por supuesto se hicieron eco de
su alegría por haber ganado.
Por
otro lado estuvo la reacción contraria quienes opinaron que estas chicas no
merecían ganar el premio por el hecho de ser influencers y contar con apoyos de
diferentes formas.
A
Marialex la sigo en sus redes sociales, me parece una chama emprendedora,
decidida, luchadora, la típica mujer Venezolana que como decimos acá “las tiene
bien puestas”, a Alejandra (Ale) la conozco, es mi amiga, la he visto desde el
principio como poco a poco le ha puesto corazón y ganas para lograr lo que se
propone.
Debo
decir que no estoy de acuerdo con quienes dicen que no se merecen el premio,
pues si sus seguidores las apoyaron de esa manera para que ganaran es porque
los motivan cada día y eso tiene su mérito, pero, tampoco estoy de acuerdo con
quienes dicen que lo merecen más que el resto, pues cada quien tiene una
vivencia distinta, todos nos levantamos cada día a luchar y echarle un camión para lograr lo que
deseamos.
Para
mí no se trata de merecer más o menos, se trata de un juego donde se gana o no,
así de simple, y quienes no ganamos no deberíamos caer en esos dimes y diretes.
Participemos felices o simplemente no lo hagamos. Como lo dije en mi post para
el concurso, el punto es sumar, es apoyarnos a seguir adelante a pesar de las
circunstancias sociales, económicas y políticas que en este momento nos rodean.
De
nuevo felicitaciones a Marialex y Ale, y a los otros 4 ganadores que las
siguieron (@fh3rcho, @heliapeque, @paul.montiel.71, @victoorcontreras), aplausos
de pie para todos. Los invito a leer sus historias y todas las publicaciones
que encuentran con el HT #SoySaludableEnVenezuela hay recetas súper chéveres,
historias inspiradoras, motivadoras.
En
fin, tanto el concurso como las mencionadas reacciones me hicieron preguntarme
que significa realmente ser saludable, y llegue a la conclusión de que para mí
va más allá del peso, de los kilos perdidos, de los kilómetros recorridos, de
los deportes practicados, de los vegetales que comamos.
Ser
saludable debe ser de adentro hacia afuera. No es mi intención hablar de
política, pero es necesario comentar lo que es nuestra realidad (de los
Venezolanos me refiero), lo vivido política y socialmente en nuestro país nos
ha dividido, ha creado resentimientos, “bandos”, tendencias distintas. Y
también nos ha vuelto más irritables, menos pacientes. Si a esto le sumamos ese
bendito mal de las redes sociales donde todo el mundo se cree con autoridad de
criticar a diestra y siniestra me dirán ustedes que puede resultar.
Veo
cada día comentarios en diferentes cuentas, que realmente dan lastima, se
critica a los Venezolanos fuera del país porque “muestran cosas mientras en
Venezuela no hay”, me pregunto yo, ¿acaso es culpa de estas personas la escasez
que vivimos en el país?, critican a quienes viven en Venezuela si viajan, o
salen de vacaciones porque “¿cómo se van a estar divirtiendo y la cosa tan
difícil que está?” Caramba ya bastantes cosas estamos pasando como para quienes
puedan darse el gusto de disfrutar unas vacaciones no puedan, he leído críticas
a quienes participan y/o organizan carreras o eventos deportivos porque “el
país en crisis y la gente corriendito por ahí” ¿ah es que tampoco podemos
correr? “tendrán mucha plata pa’ pagar esas carreras”, hay quienes sus
posibilidades económicas se lo permiten y hay quienes hacen un gran esfuerzo,
ambos casos válidos y nada criticables.
Si
es con las comidas caramba, tanto en cuentas de quienes están fuera del país,
como a quienes se encuentran en Venezuela, leo comentarios como “serás
millonaria”, “ay no eso está carisimoooo”, “eso es tu que tienes plata que
puedes comer sano uno no”, “tanta gente pasando hambre y esta(este) publicando
lo que come”, a ver, por donde comenzamos; cada quien tiene una realidad
distinta y nadie conoce la realidad del otro, hay personas que tienen ingresos
que les permiten comprar cierto tipo de comidas, hay quienes organizan su
presupuesto recortando de otros lados por ejemplo, hay quienes simplemente no
pueden cubrir ciertos alimentos por los costos. Yo hay momentos que puedo
comprar las tan satanizadas almendras y momentos en que no puedo, y eso no
tiene por qué frustrarme ni mucho menos tiene que generar en mi un
resentimiento para quien si puede. En el caso de quienes viven fuera del país
no es que sean millonarios (¿y si lo son cual es el rollo?), simplemente es que
viven en países con economías normales.
Al
final del cuento, cada quien es dueño de su dinero y lo gasta como mejor le
parezca.
Ser
saludable para mí significa no criticar, no juzgar, sentir empatía por el otro,
VIVIR Y DEJAR VIVIR.
*Todos los usuarios mencionados son de Instagram.